El rojo dictador, de Aurelio Brito
Estúpido órgano rojo palpitante cree que él puede mandar,
pobre pensamiento loco que no vio la realidad y le hizo caso,
maldita razón que no quiso analizar y accedió,
odio que le hizo caso a la paz, esperanza que se fue amigando con la soledad.
Estúpido órgano rojo palpitante que te motiva para hacernos sufrir,
que te motiva para venir y adueñarte cada parte de mí,
dónde dejas tu compromiso de ser sutil, de ser bondadoso,
de ser puro y reservado, dónde, dónde queda la finalidad de tu creación.
Estúpido órgano rojo palpitante porqué vienes a destrozar lo más puro de mi ser,
porqué vienes acompañada con la ilusión después de un romance en una noche de embriagues y de fantasía,
ilusión que te tiene cegado y con tu ceguera vienes y desgarras mi alma, dejándolo sangrando.
Estúpido órgano rojo palpitante, no te das cuenta que por ti cada parte de mi ser se está muriendo,
acaso no comprendes que mi alma ahora asume el papel de la esperanza aunque sangrado y destrozado se levanta a cada instante.
Estúpido órgano rojo palpitante, no te das cuenta que por ti la pobre razón ha quedado loca,
no te has dado cuenta que mis ojos sólo ven ya la lluvia, que mi única compañía sólo ha sido la soledad y la frialdad de la noche.
Estúpido órgano rojo palpitante dictador, acaso no sabias que en mis venas fluye el líquido rebelde y revolucionario que hoy se alza para decirte basta aquí todo se acabó no más dictadura mi alma ahora es rebelde.
|
|
|
|